lunes, 25 de mayo de 2009

Bienvenidos

Palabra adversaria

Aquí tienes una palabra adversaria,
Negra como el mismo conocimiento,
Turbio,
Desencadenante,
Propagador de la muerte,
Liberador de los deseos,
La maldita maquina que arrasa con tu raza,
El lobo maldito que devora tu pestilencia,
La mujer sin cabeza que aúlla 15 mil nombres,
Aquí tienes tu palabra con filo,
Y ya te ha sacado los ojos,
Ya se ha tragado a tus hijos,
Ya violó y comió a tu Dios empalado.

Aquí tienes una palabra adversaria,
Deambulando entre marchitas sombras danzantes,
La furia y el instinto,
Tal vez se alojaron entre tu fracturada alma volátil.

Pídeles a tus hijos que escondan si mirada perdida,
En el armario de la creencia débil,
En el retorno hacia la fragmentada y desgastada inocencia,
Pídeles que se acobarden,
Pídeles que se desfiguren,
El Mesías ha muerto,
Dios ha muerto,
Y el círculo se cierra más,
La gloria de Satán, Nuestro Padre,
Arribando siempre estará.


Historia sin hilo

Natalio chupaba y chupaba su cruz, aquella que su madre, la vieja Agustina, colgaba frente a su cabecera, y dedicaba unas cuantas plegarias como precio por haber pecado tanto en esta vida.
Natalio, creía, por su retraso mental, que Cristo era una paleta de hielo, es por eso que con tanta emoción, chupaba y chupaba la golosina religiosa.
Cuando Natalio creció, entendió, que la paleta no cambiaba, y estaba lista para ser comida.
Los médicos del pueblo, encontraron a Natalio a los tres días, con la garganta reventada por las astillas, la paletita estaba muy dura.

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